viernes, 31 de mayo de 2013

La Reorganización de la Cofradía


          El presente año 2013 se celebra el 150 aniversario de la reorganización de la Cofradía del Santo Cristo del Consuelo cuya antigüedad se desconoce, aunque se tiene referencia que ya existía en el año 1722.

Es el 8 de marzo de 1863 es cuando la hermandad se reorganiza en una reunión mantenida en la iglesia parroquial de San Francisco de Asís presidida por don Rafael Guilloto Cura propio de la Parroquia de San Francisco de Asís y Examinador Sinodial del Obispado de Cádiz y con la asistencia de treinta y una personas y se decidió restablecer una “antigua cofradía” que rindiese culto a la figura del Santo Cristo del Consuelo que en ella se veneraba. En la reunión se eligió una comisión de siete personas para redactar los Estatutos que debían enviarse para su aprobación al Sr. Obispo de la Diócesis, para los que resultaron nombrados los siguientes señores: don Francisco Rodríguez de Linares, Presbítero, don Bartolomé Bernard Estela, don Francisco Sánchez Lozano, Presbítero, don Antonio Díaz Barcena, don Joaquín Abreu Núñez, don Ramón Fiñon Parra y don José Bernard Espinosa.

 
Los componentes de la Hermandad se volvieron a reunir el día 27 de Marzo para aprobar los Estatutos redactados por la Comisión, hecho que realizaron, solicitando al cura don Rafael Guilloto su envío a las autoridades diocesanas para su estudio y aprobación. En el escrito que se remitió solicitando la aprobación de los Estatutos, se dice “que abandonada por las vicisitudes políticas la antigua hermandad del Santo Cristo del Consuelo y deseosos de su restauración [...] se sirva autorizar para formar una Hermandad de entierro y fomentar la devoción y culto que con frecuencia se le tributa al Santo Cristo, en la Parroquia de San Francisco de Asís". 

Sobre dicha petición el secretario del Obispado, pidió al cura párroco de San Francisco información sobre las antiguas constituciones del Santo Cristo del Consuelo. Don Rafael Guilloto respondió que la reconstitución de la cofradía era beneficiosa no sólo para la fe y devoción popular sino también muy útil al bien público por “...el socorro de los pobres, en hospitalidad doméstica y su honroso enterramiento con el decoro que corresponde...”, informando que “en orden a los Estatutos o constituciones de la antigua hermandad, que debería acompañar este informe, me cumple decir que registrados los papeles del anterior Hermano Mayor, ya difunto, en cuyo poder es natural estuviesen dichos documentos, no ha sido posible dar con ellos. En vista de lo cual han formado un nuevo reglamento [...]”.

Examinados los Estatutos por el Fiscal general Eclesiástico interino, doctor Izquierdo, fueron bien informados, salvo “...algunas ligeras modificaciones...” a la aprobación del licenciado don Diego Herrero y Espinosa de los Monteros, canónigo de la Catedral de Cádiz y Gobernador, Provisor General de la Diócesis Vacante. Que lo hizo el 17 de septiembre de 1863.

La obligación que tenía la Hermandad eran las siguientes:
  • Celebrar novenario en honor del Santo Cristo del Consuelo que se concluía con una Misa cantada en honor del Santo Cristo. 
  • El Viernes Santo concluida las cuatro horas sacar en procesión a la Sagrada Efigie.
  • Al administrar el Sacrosanto Viático a algún Hermano, se le acompañará con estandarte, dos faroles y con treinta o cuarenta luces.
  • Cuando muriese un Hermano costearle un entierro de medio oficio con conducción hasta la Puerta de Jerez, ataúd propio, cuatro blandones con sus cirios, ocho Misas con estipendio de seis reales y acompañamiento del estandarte y dos faroles hasta el cementerio.
  • Todos los años, el día siguiente al novenario, se celebrará un oficio en sufragio de las almas de los Hermanos finados.
Estatutos año de 1863.

El 27 de agosto de 1863 se procedió a la elección de la Junta Directiva que por votación secreta resultaron elegidos por unanimidad los siguientes señores: don Francisco Rodríguez de Linares, Pbro., (Hermano Mayor eclesiástico), don Bartolomé Bernard y Estela (Hermano Mayor seglar), don Francisco Sánchez Lozano, Pbro., (capellán y tesorero suplente), don José Mª Bernard y Espinosa (secretario), don Juan Navarro Cádiz (secretario suplente), don Francisco Macías Sánchez (tesorero), y como vocales: don Ramón Fiñón Parra, don Antonio Díaz Barcena, don Joaquín Abreu y Núñez, don Miguel Derqui España, don Miguel Piñero Arias, don Miguel Curado Pacheco y don Agustín Salvatierra Toledo para muñidor. El cargo de presidente de la Cofradía era ocupado por don Rafael Guilloto, Cura rector de la parroquia de San Francisco de Asís.

Los hermanos al ser admitido recibían una patente con su nombre, los Estatutos de la Cofradía y el Santo Escapulario. Tenían que pagar una cuota de entrada de cuatro reales, para los que tuvieran entre 7 y 50 años, y una cuota mensual de dos reales. Para los que tuviera más de 50 años, la cuota de entrada se incrementaba en diez reales por cada año que se sobrepasara.

En reuniones posteriores de la Junta Directiva se acordaron hacer un estandarte y treinta y cuatro faroles para las procesiones, un guión para el entierro de los hermanos difuntos, imprimir mil escapularios con la efigie de Jesús Crucificado para llevarlo los congregantes, comprar los libros para los asientos de los hermanos, imprimir mil patentes para que los hermanos pudiesen acreditar su pertenencia a la cofradía, la construcción de tres andas para la procesión de las sagradas imágenes, hacer los faroles para las andas y cincuenta de mano, adquirir cuatro pértigas de plata y ochenta y tres escudos del mismo metal con la imagen de Jesús crucificado para las túnicas de los hermanos; comprar percalina negra para la confección de ochenta o noventa túnicas, se organizó el novenario en la Cuaresma de 1864 y se definió el sello de la cofradía que sería un cáliz sirviéndole de orla las palabras del Redentor Transeat a me calix inte” (Aparta de mí este cáliz).

Desfile un Viernes Santo por la céntrica Calzada tarifeña
El Viernes Santo de 1864, a las cuatro de la tarde, salieron en procesión tres pasos: el del Santo Cristo del Consuelo, el del Ntra. Sra. de los Dolores (Amargura) y el del San Juan Evangelista, Desfilaron 90 hermanos con túnicas negras de cola.

Texto de  D. José Donda Cárdenas.